Te puedo decir que engordar en 2020 fue de lo mejor que me ha pasado.
No te voy a mentir, mi primera reacción cuando engordé fue de: "¡FIN DEL MUNDO! Estoy gorda, oh no, ¿qué voy a hacer? Ahora mi cuenta no tiene sentido...y no le voy a gustar a nadie... ¡soy un fracaso!"...
Pero seguí trabajando duro, trayendo recetas a diario, generando contenido gratuito y ayudando a miles y miles de personas en su camino...Yo estaba haciendo "como si mi aspecto físico no pudiera frenar mi éxito" (ahora suena absurdo que el espacio que yo ocupase en este planeta tuviese algo que ver con mi éxito a la hora de ayudar a los demás con recetas).
Y no te lo vas a creer pero ¡SORPRESA! a la gente no le importaba mi aspecto físico y mi cuenta siguió creciendo como la espuma.
Al darme cuenta de esto decidí centrarme en arreglar mi relación con la comida, en aprender a mirarme al espejo, en obligarme a hacer pequeñas cosas por mi salud mental, en no tener prisa por adelgazar pero sí por cuidarme.
Y es ahí cuando me cambió la vida.